As part of the 29th Forum 2000 Conference, we are conducting a series of interviews with members of our Democratic Solidarity Latin America network, who have made democracy, social justice, and human rights the core of their life’s work. In this edition, we present Ana Elena Chacón, former Vice President of the Republic of Costa Rica, internationalist and human rights activist, heir to a long family tradition of public service in the oldest democracy in Latin America.
Drawing on her experience as a mother, her work with people with disabilities, and her time in the Ministry of Public Security, Parliament, the Vice Presidency, and the diplomatic service, Ana Elena has woven a life devoted to fighting poverty and inequality through public policy. In this conversation, she reflects on ethics and coherence as non-negotiable principles, her frustration with what still remains to be done on sexual and reproductive rights and extreme poverty, her fear of the hatred taking hold in politics, and her trust in a youth rebellion that puts itself at the service of justice, dignity, and community building.
Interview available in Spanish
Como parte de la 29ava Conferencia Forum 2000, realizamos una serie de entrevistas con miembros de nuestra red Solidaridad Democrática en América Latina, que han hecho de la democracia, la justicia social y los derechos humanos el eje de su trayectoria vital. En esta edición presentamos a Ana Elena Chacón, ex vicepresidenta de la República de Costa Rica, internacionalista y activista por los derechos humanos, heredera de una larga tradición familiar de servicio público en la democracia más antigua de América Latina.
A partir de su experiencia como madre, su trabajo con personas con discapacidad, su paso por el Ministerio de Seguridad, el Parlamento, la Vicepresidencia y la diplomacia, Ana Elena ha tejido una vida dedicada a combatir la pobreza y la desigualdad desde la política pública. En esta conversación reflexiona sobre la ética y la congruencia como principios irrenunciables, su frustración por lo que aún falta en materia de derechos sexuales y reproductivos y de pobreza extrema, su temor al odio que se instala en la política, y su confianza en una rebeldía juvenil que se ponga al servicio de la justicia, la dignidad y la construcción de comunidad.
