Persecution and repression have not ceased in Venezuela amid the alarming events triggered since July 28, when the Venezuelan opposition achieved a resounding and proven electoral victory, making Edmundo González Urrutia the first democratic president in what has been 25 years of bloody tyranny.
In addition to the threats and unfounded accusations against María Corina Machado and other leaders, there is also the harassment of dissidents sheltered in the Argentine Embassy in Caracas, all part of the campaign team of Machado and González Urrutia. The diplomatic mission has been besieged to such an extent by Chavista officials that citizens of Caracas have tried to protect it from the outside and prevent abuses. Recently, Pedro Urruchurtu, one of the sheltered leaders and a member of Democratic Solidarity, publicly reported that personnel from electricity company CORPOELEC (https://x.com/Urruchurtu/status/1818302883265191951), which is managed by the regime, cut off the power supply, thereby attacking not only the Venezuelan dissidents but also the Argentine diplomats.
It should be noted that Caracas has expelled the Argentine ambassador and has done the same with other diplomatic representatives, accusing them of "interference" and being part of an "international conspiracy." Additionally, there are reports of persecution, censorship, and even blocking of websites of independent media and organizations.
The condemnations that many countries, organizations, and figures have issued against the dictatorship of Nicolás Maduro and the demands for transparency in the results and recognition of González Urrutia's victory have been clear and reflect the conviction that the regime has decided to ignore the will of the Venezuelan people.
From Democratic Solidarity and Forum 2000, we join in the call for attention and absolute condemnation of the abuses. We also urge democratic governments and other institutions to be vigilant regarding events taking place in the coming hours and days against the most basic principles of diplomacy and freedom.
Posición de Solidaridad Democrática sobre la situación de los disidentes venezolanos asilados en la Embajada de Argentina en Caracas
La persecución y la represión no han cesado en Venezuela en medio de los preocupantes acontecimientos desencadenados desde el pasado 28 de julio, cuando la oposición venezolana se alzó con un contundente y probado triunfo electoral, convirtiendo así a Edmundo González Urrutia en el primer presidente democrático en lo que ya son 25 años de cruenta tiranía.
Además de las amenazas e infundadas acusaciones contra María Corina Machado y otros dirigentes, se suma el acoso a los disidentes asilados en la Embajada de Argentina en Caracas, todos parte del equipo de campaña de Machado y González Urrutia. La legación diplomática ha sido asediada a tal punto por funcionarios chavistas que ciudadanos caraqueños han acudido para tratar de protegerla desde el exterior e impedir abusos. Recientemente, Pedro Urruchurtu, uno de los líderes asilados y miembro de Solidaridad Democrática, ha informado públicamente (https://x.com/Urruchurtu/status/1818302883265191951) que personal de CORPOELEC, empresa de electricidad manejada por el régimen, han actuado cortando el suministro eléctrico, agrediendo con ello no sólo a los disidentes venezolanos sino también a los diplomáticos argentinos.
Debe destacarse que Caracas ha expulsado al embajador de la nación sudamericana y ha hecho lo mismo con otras representaciones acusándolas de «injerencia» y de ser parte de una «conspiración internacional». Asimismo, hay informaciones sobre persecución, censura y hasta bloqueo contra sitios web de medios y organizaciones independientes.
Las condenas que muchos países, organizaciones y figuras han emitido contra la dictadura de Nicolás Maduro y las exigencias de transparentar los resultados y/o reconocer la victoria de González Urrutia han sido claras y reflejan la convicción de que el régimen ha decidido desconocer la voluntad del pueblo venezolano. Desde Solidaridad Democrática y Forum 2000 nos sumamos al llamado de atención y al absoluto repudio de los abusos, así como instamos a los gobiernos democráticos y otras instituciones a estar atentos a lo que acontezca en las próximas horas y días contra los principios más básicos de la diplomacia y de la libertad.